viernes, 27 de abril de 2012

EL Señor es mi Pastor (Salmo 23)

En este tiempo de incertidumbre
salmo 23
"El Señor es mi pastor, nada me falta. En verdes praderas me hace recostar, el me conduce hacia fuentes tranquilas. Aunque pase por cañadas oscuras nada temo porque tu estás conmigo." 

Definicion de Hijo Según José Saramago. Premio Nobel de Literatura



Definición de hijo por Jose Saramago, Premio Nobel de Literatura


Hijo es un ser que Dios nos prestó para hacer un curso intensivo de cómo amar a alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores defectos para darles los mejores ejemplos, y de nosotros , aprender a tener coraje. Sí, ¡eso es! Ser Madre o Padre es el mayor acto de coraje que alguien pueda tener, porque es exponerse a todo tipo de dolor, principalmente de la incertidumbre de estar actuando correctamente y del miedo a perder algo tan amado. ¿perder? ¿cómo? ¿No es nuestro?
Fue apenas un préstamo... el MAS PRECIADO Y MARAVILLOSO PRÉSTAMO ya que son nuestros sólo mientras no pueden valerse por si mismos, luego pertenecen a la vida, al destino y a sus propias familias.
Dios bendiga siempre a nuestros hijos, pues a nosotros, ya nos bendice con ellos.

viernes, 9 de marzo de 2012

Echa sobre el Señor tu carga, y Él te sustentará Salmo 55




by Cortes

En esta época de crisis, con preocupaciones por el futuro, y mas cuando tenemos niños.....Cuando todos tus deberes te agobien, repasa tu lista de prioridades. A continuación, haz lo que
revista mayor importancia y deja lo demás para después.

Echa sobre el Señor tu carga, y Él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo (Salmo 55:22).

Perlas de Sabiduría nº 1. Aurora Production AG
Distribuye EsFuturo

martes, 6 de marzo de 2012

Señor, haz de mi un instrumento de tu Paz by San Francisco de Asís

Señor, haz de mi un instrumento de tu paz. Que allá donde hay odio, yo ponga el amor. Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón. Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión. Que allá donde hay error, yo ponga la verdad. Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe. Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza. Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz. Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría. Oh Señor, que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar, ser comprendido, cuanto comprender, ser amado, cuanto amar. Porque es dándose como se recibe, es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo, es perdonando, como se es perdonado, es muriendo como se resucita a la vida eterna. (Autoría atribuída a San Francisco de Asís)

sábado, 3 de marzo de 2012

El Jesus en quien yo creo

Hace unas semanas, me mandaron estas imagenes tan fantásticas de Jesus. Quien ha hecho estos dibujos sabe como era de corazón. "Dejad que los niños se acerquen a mi". Le felicito y si alguien conoce su nombre, por favor que nos lo diga para indicarlo en el blog. Al artista desconocido: muchas gracias.






Padres felices, hijos felices: ¡Desarrollemos nuestros Dones!: La Acidia

Aprovechar las capacidades innatas es una forma de realizarse personalmente.
No hacerlo constituye un agravio hacia uno mismo y hacia los demás.

Un día, de visita en casa de una amiga, vi unos dibujos magníficos. Apuntes de rostros hechos a lápiz, con un trazo extraordinario. Le pregunté por el autor y me contestó que los había realizado su abuelo en su juventud. Una vez casado, la familia lo presionó para que abandonara el mundillo artístico y nunca volvió a dibujar.
Otro fui a pasar unos días a un pueblo castellano con un amigo, que me presentó a una mujer de campo, ya jubilada y con nietos, que soñó una noche con ángeles, con unos ángeles que tenían alas de fuego; y a partir de ese día supo que tenía que pintarlos. Así que luchó contra sus inhibiciones y los prejuicios hasta que consiguió que la llevaran a la capital, donde compró pinturas y lienzos y realizó unos cuadros con una fuerza interior y una carga simbólica impresionantes.
            Todas, todos, conocemos personas con cualidades especiales. Gente que posee un don innato para el dibujo, las matemáticas, las relaciones personales o cualquier otra cosa. Y algunas de estas personas han desarrollado este don, han conseguido un cierto nivel de realización personal y han transmitido esa felicidad a los que las rodean.
Y sin embargo… todos, todas, conocemos a ese otro tipo de personas que, teniendo también algunos de esos dones, los han desaprovechado o los están desaprovechando constantemente. ¿Quién no conoce a alguien inteligente pero que vive realizando un trabajo que no le llena, a quien tiene una sensibilidad especial para la música pero nunca ha pasado de las cuatro tonadas de la guitarra?
Se podría tildar a estas personas de perezosas, pero en muchas ocasiones no es ésa la cuestión. La pereza no es más que la exageración de una tendencia natural hacia un descanso reparador o un ocio necesario para el equilibrio; y muchas de estas personas, además, trabajan mucho en otros aspectos. Ahora bien, si no es pereza ¿qué es entonces?


Una renuncia voluntaria

La respuesta creo que es la acidia. Desde una perspectiva psicológica la explicación es compleja, pero los teólogos medievales que acuñaron el término definieron la acidia como un pecado grave que consistía en la renuncia a ser todo lo que se puede llegar a ser.
Según ellos, Dios, en su acto creativo, nos dio unos dones para que los utilizáramos en nuestro beneficio y en el de los demás; no hacerlo constituía, por tanto, un agravio al creador, un acto de desprecio y una muestra de desagradecimiento hacia la obra divina.
Pienso de nuevo en el abuelo de mi amiga y en tantas otras personas que he conocido como él; y en todo el capital humano que se pierde cada día por culpa de esa renuncia voluntaria a Ser. En lo mucho mejor que podría ser un mundo en donde la gente que ha recibido unos dones, se responsabilizara de su suerte e hiciera un uso correcto de ellos.
Así que, ahora que se acerca el fin del año y solemos plantearnos cambios para mejorar nuestras vidas, quizá podríamos volver la mirada hacia esos viejos teólogos y encontrar una nueva virtud que nos permita superar tan viejo pecado.
Y si alguien cree que no conoce a ninguna persona que posea un don especial, que no se preocupe. Porque es posible que nunca haya soñado con ángeles de alas de fuego que le inciten a pintarlos, pero estoy convencido de que le bastará una pausa en su vida, un descanso apropiado para mirar con la suficiente honestidad dentro de sí misma, para encontrarla.

Fernando Torrijos
Licenciado en Historia del Arte.
Artículo tomado de la revista "Cuerpo y Mente" nº128

jueves, 1 de marzo de 2012

Jesús de Nazaret y Yo

He descubierto un libro que es una preciosidad, os lo recomiendo para vuestros peques.
http://www.auroraproduction.com/